Las relaciones son el núcleo de nuestra vida: influyen en nuestro bienestar, en nuestra sensación de pertenencia y en cómo nos vemos a nosotros mismos. Debido a la educación que recibimos desde pequeños y a la cultura en la que nos criamos, solemos enfrentar desafíos al expresarnos y/o al comprender a los demás. La Comunicación No Violenta (CNV) nos invita a cultivar una comunicación basada en la autenticidad y la escucha empática, reconociendo nuestras propias necesidades y las de quienes nos rodean. En terapia exploramos cómo transformar la manera en que nos comunicamos y nos relacionamos con los demás para construir relaciones más equilibradas, respetuosas y enriquecedoras, ya sean personales, familiares o laborales. El punto de partida es recuperar la capacidad de escucharte a ti mismo y actuar en concordancia con lo que para ti es importante, aprendiendo a separar tus opiniones sobre lo que los demás hacen de aquellas necesidades que quieres cuidar para sentirte más a gusto.